Viernes, 4 de Diciembre de 2020
Incluso si aún no has recurrido a una casa de empeños, otras han ido más allá de su importancia y han resuelto con éxito sus situaciones financieras más urgentes cada vez. Sin embargo, no son muchas las personas que utilizan estos servicios para optimizar su presupuesto.
Las casas de empeño han sido vistas con escepticismo durante mucho tiempo, creyendo que su única función es aprovecharse de las personas necesitadas. Sin embargo, este escepticismo comenzó a desvanecerse con la crisis económica, convirtiéndose en una solución incluso para personas con ingresos muy altos. Lo cierto es que este tipo de negocios resulta especialmente útil al ofrecer una gran cantidad de servicios como casa de empeño, venta y compra de bienes, todo ello realizado en un entorno seguro basado en una valoración justa.
La historia de las casas de empeño es muy interesante y definitivamente vale la pena dedicar unos minutos a leer esta información. Sobre el presente, solo podemos decir que la perspectiva de las personas ha cambiado y han comenzado a aceptar la idea de que es de gran ayuda.
Desde la antigüedad, las personas han utilizado objetos de valor para ganar dinero rápidamente durante cortos períodos de tiempo. Las casas de empeño más antiguas se remontan a 3.000 años en China, la Grecia temprana y el Imperio Romano. Especialmente durante el período de prohibición, las casas de empeño experimentaron un período floreciente. También es el período en el que una organización llamada "Montaña de la Misericordia" apareció y se extendió rápidamente en casi todos los países católicos. Se puede decir que esta organización fue una de las precursoras de las casas de empeño en la actualidad. El propósito de la organización era ayudar a la gente común, que estaba en crisis cuando ya no podía recurrir a la ayuda de otros.
Hacia el final de la Edad Media, con el surgimiento de las mayores dinastías, los Medici, Borgia y Lombardi, tres familias con especial poder financiero que tenían la capacidad de financiar estados e incluso guerras enteras, recibían a cambio de estos servicios joyas reales como promesa. Incluso las expediciones de Cristóbal Colón se financiaron utilizando servicios de empeño, ya que la reina Isabel empeñó sus joyas para financiar la expedición y la Inquisición española.
Con el tiempo, ha surgido el logotipo de las casas de empeño, que representa tres esferas doradas que durante mucho tiempo han sido objeto de impresionantes teorías e historias. Fácilmente, el concepto también penetró en Estados Unidos, comenzando por el momento en que los colonos llegaron a tierras de Europa y no solo en estos continentes. A partir de 1872 se esbozó la legislación de peones para evitar la venta de bienes robados y así hacerlos desaparecer. Al mismo tiempo, esta ley protegió a las casas de empeño y estableció los intereses que podían cobrar. Algunos de los modelos de política interna de las casas de empeño todavía se practican hoy.
Especialmente en los países desarrollados, el empeño se ha extendido bastante y con el tiempo incluso en países pequeños.
En los Estados Unidos, cuatro de las casas de empeño más grandes cotizan en la bolsa de valores y en solo diez años han aparecido más de 15.000 casas de empeño. Por tanto, es un fenómeno bastante normal y esta evolución sólo puede ser una buena noticia para quienes buscan soluciones para resolver su estancamiento financiero.